La edad ya no es excusa para volver a las aulas
El saber no ocupa lugar. Y es cierto, ni lugar ni edad. La formación online permite que muchas personas mayores de 30 años con trabajo y familia decidan volver a la universidad.
La decisión de comenzar unos estudios superiores cuando ya se peinan canas puede darse por varios motivos: algunos pretenden completar sus estudios, otros retormar la universidad y también hay quienes acceden a la universidad por primera vez . Pero todos tienen un denominador común: intentar dar al currículo un valor añadido en un momento de crisis económica con un mercado laboral complicado.
Según la publicación Datos y Cifras del Sistema Universitario Español para el curso 2010-2011, elaborado por el Ministerio de Educación, el número de accesos a la universidad ha crecido un 10%. Este aumento se explica, en parte, por el incremento del alumnado mayor de 30 años que ahora se decide a volver a la universidad. Si en 1999 sólo un 5% de los graduados superaban la treintena, una década después, en 2009 la proporción aumentó hasta casi el 16%.
Estudiar a cualquier edad
Acceder a la universidad no está libre de trámites. Y la edad no es una excusa. Ingresar en alguna de estas instituciones requiere de unas pruebas que se dividen por rangos de edad: mayores de 25, mayores de 40 y mayores de 45 años, con exigencias diferentes en cada caso.
Las pruebas para mayores de 25 años se dividen en dos fases: una general y otra específica. La primera comprende una prueba de lengua castellana, otra de idioma extranjero y una tercera donde podrán elegir entre un comentario de texto o el desarrollo de un tema de actualidad. En la fase específica se deberán decantar por una opción entre Artes y Humanidades; Ciencias; Ciencias de la Salud; Ciencias Sociales y Jurídicas; Ingeniería y Arquitectura, y realizar dos exámenes de materias incluidas en la opción elegida.
La prueba de acceso para mayores de 40 años con experiencia laboral está enfocada a personas que cuentan con una gran experiencia en un sector pero no tienen titulación. Éstas no tendrán que presentarse a ningún examen, pero deberán acreditar conocimientos relacionados con el grado al que quieren ingresar. Cada titulación pondera de forma diferente la importancia de la experiencia, así que se deberan revisar cuáles son los requisitos exigidos en cada caso.
Las pruebas de acceso para mayores de 45 años se implantaron en 2010. Los aspirantes deberán realizar un examen de lengua castellana y elegir entre un comentario de texto o el desarrollo sobre un tema de actualidad, con la salvedad de que no tendrán que hacer ningún examen de lengua extranjera. Una vez superada la prueba –se exige un mínimo de cuatro puntos para que sea apta– los aspirantes deben realizar una entrevista de 20 minutos de duración ante un tribunal.
Superada la prueba correspondiente, el potencial estudiante debe elegir qué modalidad formativa le conviene. Y la universidad a distancia parece la primera opción. No en vano el 15% de los estudiantes universitarios en España siguen su carrera a través de esta modalidad. Sin embargo, la formación online ya es uno de los métodos por los que se están decantando los profesionales que regresan a la vida académica porque pueden dedicar el tiempo que necesiten a sus estudios sin descuidar el trabajo y, en muchas ocasiones, la familia.
Además, las nuevas tecnologías facilitan bastante la tarea, permiten al estudiante una mayor planificación personal, la compatibilidad con otras ocupaciones y con la familia, evitar el rechazo intergeneracional y una mayor interacción con el profesor y con el resto de alumnos.
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